Si eres venezolano, sabes que no hay fiesta, reunión, evento o “encuentro de panas” que se respete sin tequeños. El tequeño es el rey indiscutible de los pasapalos, el sabor favorito de la infancia y la excusa perfecta para acercarse a la mesa. Pero, ¿te has preguntado de dónde viene esta delicia? Hoy te contamos todo lo que sabemos sobre la historiade este pequeño manjar que enamoró a un país y al mundo.
El origen del tequeño no está definido con una certeza histórica absoluta, lo que añade un elemento de folclore y misterio a su rica historia, pues se manejan varias hipótesis principales, cada una con su propio relato y particularidades. ¡Vamos allá!
La Teoría Dominante: La Familia Báez y el Tren de Los Teques
La versión más difundida y mejor documentada atribuye la invención del tequeño a la familia Báez, gente adinerada que residía en la ciudad de Los Teques. Se dice que la creadora fue Josefina de Oviedo, la mayor de las hermanas Báez, en la década de 1920, cuando era una adolescente. Inicialmente, su idea era aprovechar los restos de masa utilizada para hacer pastelitos, envolviendo trozos de queso en ellas y friéndolos. El resultado fue un éxito inmediato, un bocado crujiente y dorado por fuera, con un corazón de queso suave y derretido por dentro.
El boca a boca hizo su magia y pronto, otras familias de la aristocracia quisieron disfrutarlo y la familia comenzó a venderlo, llamándolo en un principio “enrolladitos de queso”. Fue así como el tequeño se convirtió en un símbolo de estatus, un manjar exclusivo de las fiestas de alta sociedad.
La anécdota que le dio su nombre definitivo es parte de la leyenda que ha inmortalizado el plato. La popularidad del producto se extendió rápidamente a Caracas, La Victoria y Tejerías gracias a la distribución que se realizaba por vía férrea. Cuando los distribuidores de Los Teques llegaban a la estación del tren Caño Amarillo en Caracas, la gente exclamaba con entusiasmo: “¡Llegaron los tequeños!”, en una clara referencia a la gente que provenía de la ciudad esa mirandina. Con el tiempo, el apodo de las personas se transfirió al propio bocado, y finalmente se adoptó como su nombre oficial.
Otras Hipótesis de Origen
Aunque la teoría de la familia Báez es la más aceptada, existen otras versiones que también merecen consideración, las cuales, aunque no tienen el mismo nivel de detalle narrativo, contribuyen a la riqueza de su historia.
Así pues, La teoría de la familia Báez es la más aceptada y difundida, respaldada además por el historiador gastronómico Rafael Cartay,quien refuerza la idea de un origen mirandino.Lo cierto es que, sea cual sea su origen, la fama del tequeño creció tanto quedejó de ser un plato exclusivo de la clase alta, se democratizó y se ganó un lugar en el corazón de todos para convertirse en un ícono de la cultura venezolana.
La Explosión de Rellenos y Variantes
Con el tiempo, la creatividad culinaria venezolana transformó el tequeño en un lienzo para la experimentación. Lo que comenzó como un simple bocadillo de queso se ha diversificado en un sinfín de rellenos, lo que ha contribuido a su “universalidad” y a su capacidad de adaptarse a una amplia gama de gustos. Hoy en día, es común encontrar versiones rellenas de dulce de leche, chocolate, queso con dulce de guayaba, o incluso jamón y queso. Esta versatilidad permite que el tequeño no solo sea un aperitivo salado, sino también un postre.
Más allá de los rellenos, el concepto del tequeño ha sido reinterpretado para fusionarse con otros clásicos de la cocina. Ejemplos de esta adaptabilidad incluyen los tequeños de Reina Pepiada (rellenos de pollo y aguacate) o los de pizza (con queso mozzarella, salsa de tomate y orégano). Esta evolución lo convierte de un simple plato a una “plataforma culinaria” adaptable, capaz de asimilar y reinterpretar las influencias de otras gastronomías sin perder su identidad esencial. Esta flexibilidad es un factor fundamental para su éxito, facilitando su producción y consumo a nivel global.
La Cocinera de la Familia Pudiente: Esta teoría propone que el tequeño fue creado por la cocinera de una familia adinerada de Caracas( se dice que pudieron ser los Redmond) que solía pasar sus vacaciones en Los Teques. Esta versión narra que la cocinera utilizó restos de masa de pastelitos para crear el bocado, y el nombre del plato fue un homenaje a su lugar de origen, Los Teques. Esta versión, al igual que la de la familia Báez, vincula el origen del plato a la cocina de la élite de la época.
Así pues, La teoría de la familia Báez es la más aceptada y difundida, respaldada además por el historiador gastronómico Rafael Cartay,quien refuerza la idea de un origen mirandino.Lo cierto es que, sea cual sea su origen, la fama del tequeño creció tanto quedejó de ser un plato exclusivo de la clase alta, se democratizó y se ganó un lugar en el corazón de todos para convertirse en un ícono de la cultura venezolana.
La Explosión de Rellenos y Variantes
Con el tiempo, la creatividad culinaria venezolana transformó el tequeño en un lienzo para la experimentación. Lo que comenzó como un simple bocadillo de queso se ha diversificado en un sinfín de rellenos, lo que ha contribuido a su “universalidad” y a su capacidad de adaptarse a una amplia gama de gustos. Hoy en día, es común encontrar versiones rellenas de dulce de leche, chocolate, queso con dulce de guayaba, o incluso jamón y queso. Esta versatilidad permite que el tequeño no solo sea un aperitivo salado, sino también un postre.
Más allá de los rellenos, el concepto del tequeño ha sido reinterpretado para fusionarse con otros clásicos de la cocina. Ejemplos de esta adaptabilidad incluyen los tequeños de Reina Pepiada (rellenos de pollo y aguacate) o los de pizza (con queso mozzarella, salsa de tomate y orégano). Esta evolución lo convierte de un simple plato a una “plataforma culinaria” adaptable, capaz de asimilar y reinterpretar las influencias de otras gastronomías sin perder su identidad esencial. Esta flexibilidad es un factor fundamental para su éxito, facilitando su producción y consumo a nivel global.
Curiosidades Tequeñosas
Luego de conocer la historia del famoso pasapalo, podemos darnos cuenta de que sutrayectoria es la prueba de un hecho irrefutable: un gran plato no necesita ser complicado para dejar una huella imborrable en el tiempo. En Panitas, honramos esta tradición con la misma pasión que sus creadores de antaño, usando los mejores quesos venezolanos para que cada tequeño sea un tributo a esa herencia, logrando así el auténtico sabor que conquistó a toda una nación y trascendió fronteras ¿Te gustaría probarlo? .