Todos los venezolanos sabemos que hay dos grandes verdades universales: la primera es que la arepa es sagrada, y la segunda es que existe una guerra silenciosa entre las cocinas de nuestra gente, una controversia tan antigua como la arepa misma,al momento de amasar ¿qué va primero, el agua o la harina?
Esta no es una simple pregunta, es una batalla cultural que ha dividido a familias, a panas y a parejas mucho más que la rivalidad entre Magallaneros y Caraquistas. Vamos a sumergirnos en esta épica contienda y a conocer a los protagonistas:
El Equipo “Agua Primero”: Los Científicos
Los del “Equipo Agua Primero” defienden su método con lógica y precisión. Para ellos, la receta perfecta empieza con un recipiente lleno de agua a la temperatura ideal (ni muy fría, ni muy caliente). Con el líquido como base, van añadiendo la harina poco a poco, con movimientos circulares y controlados.
Su argumento es impecable: si controlas la entrada de la harina, evitas los grumos y logras esa masa lisa, suave y perfecta. Son los ingenieros de la arepa, los maestros de la consistencia. Para ellos, es un proceso metódico, casi científico, donde cada paso tiene un propósito.
El Equipo “Harina Primero”: Los Auténticos
Por otro lado, están los del “Equipo Harina Primero”. Ellos son los puristas, los de la vieja escuela. Su lema es: “¡En la arepa mandan la tradición!”. Para ellos, la magia ocurre al verter el agua sobre la montaña de harina. El agua se absorbe, la mezcla se integra de forma natural y, con un poco de “tacto” (esa intuición que solo los venezolanos tenemos), la masa toma vida.
Para este equipo, no se trata de ciencia, sino de arte. No miden, no controlan, simplemente sienten la masa. Su arepa es tan auténtica y genuina como ellos mismos, con ese sabor a “hecho en casa” que no tiene comparación.
Entonces, ¿quién tiene la razón? La verdad es que no importa porque ambos equipos tienen algo en común: la pasión por el sabor. Al final, el debate no se trata del orden, sino de la dedicación, el cariño y el respeto por el plato que más nos representa, porque vamos a estar claros, fritas, asadas, horneadas, aliñadas …¡Todos amamos las arepas!
En Panitas, hemos resuelto esta controversia para ti de una forma muy simple: nosotros nos encargamosde la masa y de hacer una arepa gloriosa, y tu ¡Cómetela y sé feliz! .
En nuestra cocina, hemos perfeccionado la técnica, usando los mejores ingredientes y, lo más importante, el amor que solo una familia venezolana le pone a sus tradiciones. Así que puedes olvidarte del debate y simplemente disfrutar. Te invitamos a probar nuestras arepas y a sentir el sabor que pone a Venezuela en un plato, sin importar quién tiene la razón, porque al final, arepa es arepa ¡y punto!